En Fontanería Borja somos expertos el suministro e instalación de depósitos o tanques de gas GLP para particulares en viviendas unifamiliares. Realizamos el diseño, la ejecución y la gestión total de todo el proceso administrativo. Nuestros expertos en la instalación de gas le asesorarán de la solución más conveniente para su vivienda.
¿Por qué instalar un tanque de Gas?
Las razones más comunes son la autonomía de la instalación, la comodidad y el precio del gas.
Autonomía y comodidad
Las instalaciones con botellas suelen tener una autonomía limitada a una o dos semanas en el periodo de invierno por motivos de espacio de las botellas. Esto nos supone llamar a la empresa distribuidora para cambiar las botellas con sus inconvenientes ya conocidos. La instalación de un tanque de gas, por lo general, se suele llenar entre una y tres veces al año dependiendo del consumo de la vivienda. Es por ello, que para una vivienda unifamiliar de tamaño medio o grande con calefacción es la mejor solución para la comodidad del consumidor.
Precio del gas
El precio de las botellas de gas de Propano 35 kg (botellas industriales o las grandes conocidas coloquialmente), es un precio que no está regulado y por tanto suelen ser más caras por kilo que el kilo de gas a granel en un tanque de gas. A esto debemos sumar que las botellas se devuelven con alrededor de un 10% de la carga puesto que la evaporación del gas no es capaz de producirse hasta agotarlas por completo. Por lo que como mínimo el precio del gas de un tanque suele traducirse en al menos un 10% más barato que el de las botellas de Propano de 35 kg.
¿Es seguro instalar un tanque de Gas?
La instalación de un tanques gas, al contrario de lo que algunos piensan es una instalación tan segura o más que la de botellas. Al ser una instalación registrada en industria y con la comprobación de agentes externos antes de su puesta en marcha, se trata de instalaciones muy controladas. A esto hay que añadir que la empresa mantenedora realizará una visita anual para comprobar la instalación, mientras que las botellas sólo se revisan cada cinco años y a petición del cliente o titular de la instalación.